
Restos de los Reyes Magos hay en la Basílica de San Eustorgio de Milán.
Debajo de dicho edificio existe también una antigua área de cementerio del período romano que se remonta al III-IV siglo d. C. Sus tumbas son cristianas y paganas. Es el Cementerio de los Mártires como San Ambrosio lo llamaba.
Varias reestructuraciones llevadas a cabo en el siglo XIII transformaron a fondo el espacio relativo, hasta que en el año 1220 ingresaron los monjes dominicos que construyeron su convento al lado de la basílica, cuyas aulas fueron sede universitaria y de la Inquisición.
Con el tiempo los dominicos dejaron el convento porque pasaron al de Santa María de las Gracias, donde en su refectorio se encuentra pintada la Última Cena de Leonardo da Vinci.
El convento con el tiempo fue restructurado y convertido en el Museo Diocesano.
Lo que cuenta la leyenda sobre la basílica y los Restos de los Reyes Magos
De acuerdo con una antigua tradición, el Apóstol Bernabé del siglo I d.C, compañero de San Pablo, considerado el primer Obispo de Milán (no hay documentación al respecto), en este lugar predicó el Evangelio y bautizó a los primeros cristianos de Milán.
Cuenta además la tradición que cuando Eustorgio desembarcó en los Abruzos llevaba consigo los despojos mortales de los Reyes Magos. Transportándolos en una urna gigantesca arrastrada por bueyes, cuando alcanzó la zona de la actual basílica, los animales se detuvieron y no quisieron proseguir.
La historia cuenta
En 1164 cuando Federico Barbarroja saqueó Milán, se robó también los restos mortales de los Reyes Magos, llevándolos a Colonia. Habrá que esperar hasta inicios del siglo XX, a que el Obispo Andrea Carlo Ferrari logre que le devuelvan una pequeña parte de dichos restos, hoy conservados en un arca dentro de la basílica.
San Pedro Mártir
Es importante recordar al Inquisidor pontificio de Milán, Pedro de Verona, que predicaba en esta basílica. Herejes lo asesinaron en 1252. En poco tiempo fue canonizado y sus restos colocados en la Basílica de San Eustorgio. Hoy en la Capilla Portinari, dentro del Arca de San Pedro Mártir, objeto de veneración.
Debe estar conectado para enviar un comentario.