La Galería Vittorio Emanuele II es un monumento del siglo XIX extraordinario, una simbiosis entre arquitectura y tecnología. Es un paso y un paseo al mismo tiempo. Una sala de estar, que conecta la Plaza de la Catedral con la Plaza de La Scala. Engloba tiendas de lujo, historias y anécdotas de la vida cotidiana, al inicio fatal.
El arquitecto Giuseppe Mengoni la diseño. Puso la primera piedra justo en el centro del octágono central de la galería, después que en las semanas precedentes se limpiaron los escombros causados por las demoliciones llevadas a cabo en ese lugar. Más de mil trabajadores fueron empleados para construirla, desde simples peones hasta los más hábiles decoradores .
Las tiendas alquilaban y alquilan los locales que pertenecen al Ayuntamiento de Milán, que en el siglo XIX había decidido facilitar la locación a quien hubiera traído cultura en Galería. Por ejemplo, las librerías pagaban menos proporcionalmente a los metros cuadrados, respecto a las otras tiendas comerciales.
Pero el final es muy triste. Mengoni cuando todo estaba listo para su inauguración (aunque si el monumento no estaba totalmente acabado), el 30 de diciembre de 1877, decide controlar su creación por última vez. Se sube hasta la altilla que se encontraba a 20 metros de altura. Pierde el equilibrio y se estrella contra el suelo, muriendo al instante. Más de cuatro mil milaneses asisten al funeral del arquitecto. Y la tragedia no termina con esta desgracia. En efecto, el 9 de enero de 1878 (apenas diez días más tarde) muere el rey Vittorio Emanuele II, a quien había sido dedicada la Galería.
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