La Virgen de la vela de Carlo Crivelli es un temple sobre tabla mide 219 cm por casi 75 cm y está fechado aproximadamente 1495. Se encuentra expuesto en la Pinacoteca de Brera de Milán y es obra del artista veneciano Carlo Crivelli, nacido en el siglo XV.
Una de las obras preferidas de este museo, componía una vez la parte central del políptico del altar mayor de la Catedral de Camerino, ciudad de la región de las Marcas de Italia.
Representa a la Virgen sentada en un trono con el Niño en el regazo. Ambos personajes tienen expresiones serias que anticipan la pasión y muerte de Cristo. La Virgen con sus manos ahusadas ofrece al Niño una pera, fruto dulce, símbolo de redención y salvación. Un durazno o melocotón está apoyado sobre el pedestal y es también símbolo de salvación. El trono se encuentra debajo de una pérgola con exuberancia de frutos, es un hortus conclusus.
Hortus Conclusus
El hortus conclusus (huerto cerrado) es un jardín encerrado, típico de la representación medieval, en que, por lo general, se pintaba la Virgen con el Niño, junto a los símbolos marianos. Estaba repleto de flores y frutos (como en este caso).
Otros símbolos presentes
En esta obra, de los símbolos marianos vemos el jarrón con flores de iris (símbolo de pureza) y rosas (María es considerada Rosa sin espinas). No falta el símbolo de la pasión y muerte de Cristo que puede ser interpretado en las frutas, en particular con las cerezas.
Debajo, sobre el escalón de la base, está apoyada una vela (de la que toma el nombre la pintura) y una rosa, objetos votivos como si los hubiésemos ofrecido nosotros y sirven para involucrar al observador en la obra.
Virtuosismo del autor
Carlo Crivelli, en este cuadro, una vez más expone su virtuosismo de artista. Crea equilibrio entre la elegancia de las formas y los detalles verídicos, en el cuidado de la iluminación de los objetos, en los detalles de las sombras (ver las de la vela). Nos ofrece además gran abundancia de decoraciones, característica del período gótico tardío, en la vegetación, las frutas, los preciosos tejidos minuciosos, las joyas y las vetas de los mármoles. No obstante, sus pies están en el Renacimiento en la estructura arquitectónica del trono, de su pedestal y de su escalón de base.
La Virgen de la vela de Carlo Crivelli
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