Homicidio Plaza La Scala

Bajo la mirada de la estatua de Leonardo da Vinci en la Plaza de La Scala de Milán,  acontece un hecho de homicidio que viola el corazón de la ciudad.

En la segunda década del siglo XX, un hombre de 34 años de nombre Virgilio De Fabritiis, oficial del ejército del Rey, mata a una bella joven, Ester Ghezzi, de 22 años.

Ester era hija de un industrial metalúrgico. Era caprichosa,  pudiente y le gustaba mucho la vida mundana y las diversiones. A su padre no le agradaba mucho el oficial, pero ella igualmente lo frecuenta. Mientras eran novios, muere el padre de Ester y con él, el bienestar económico de la familia. Por eso su madre la exhorta a casarse con Virgilio para poder continuar a mantener el nivel social y económico. Aunque si la joven no estaba muy convencida, se casan y van a vivir en un apartamento pequeño, en el centro de la ciudad. La madre se establece con ellos. Nace de este matrimonio una niña.

A Ester le complacía el esparcimiento, lo mundanal, mientras Virgilio, serio e intolerante de su conducta, comienza a sospechar que la mujer lo traiciona. Parece ser que ella le pedía, a menudo, dinero para salir a divertirse. 

El motivo del Homicidio Plaza La Scala

Sospechoso De Fabritiis la sigue a escondidas y descubre que un hombre la toma por el brazo y habla con ella. En su mente no entiende más nada y su corazón grita: ¡venganza!  Con la pistola de servicio apunta a su mujer y dispara, matándola, justo en la Plaza de La Scala, bajo la mirada de los espectadores aterrorizados que en principio quieren lincharlo.

En vez, el oficial es arrestado, procesado y liberado, confesando de haberla matado porque le traicionaba y le deshonraba como hombre y oficial.

El hombre con que se encontraba la muchacha era un ex-novio, que le ofrecía su amistad para que ella pudiera confiarle de las desilusiones de un marido violento.

Homicidio Plaza La Scala