Porta Romana de Milán

Porta Romana, se denomina así porque es la puerta que conectaba Milán con Roma, por medio de la calle romana, Via Emilia.

Fue una de las seis puertas principales de Milán, construida a lo largo de las murallas españolas que habían sido construidas en 1545. Éstas servían de defensa e indicaban el límite de la ciudad.

El arquitecto Aurelio Trezzi la construyó en 1598 dándole la actual forma,  para celebrar el pasaje de Margarita de Austria, futura esposa de Felipe III de España.

Presenta un arco triunfal de orden dórico, decorado con almohadillado, entablamento y, como ornado de remate, un ático.

Porta Romana también se identificó con uno de los seis distritos históricos en los que se dividió la ciudad.

El diablo en Porta Romana de Milán

Cuenta la leyenda  que en la zona de Porta Romana vivía el diablo, un personaje que por su comportamiento se comparaba con el diablo. Es decir el marqués Ludovico Acerbi que vivía en Corso de Porta Romana 3. En un edificio lujoso de formas barrocas que había hecho reestructurar de propósito en un período de carestía para Milán (1615-1616).

No se si por envidia o por otra cosa, corrían las voces de la presencia satánica. El marqués en vez de ofenderse, aumentaba el número de calumnias paseando por la ciudad en carroza  con seis caballos negros.

La leyenda se acentúo  aún más  cuando en el período de la peste todos los milaneses que podían iban a vivir a las campañas circundantes para escapar de la plaga. En vez, el marqués organizaba fiestas tras fiestas y diversiones, mientras afuera de su palacio la gente moría.

No obstante, ni el marqués y ni ninguno de ese palacio contrajo la plaga.