Misión Imposible italiana, una empresa de genios y héroes.
Estamos en el cuarto día de las “Cinco Jornadas de Milán” en 1848.
Los austríacos tienen atrapados a los insurrectos milaneses dentro de las murallas de la ciudad. Bloquean las puertas por donde se reciben los suministros necesarios a las ciudades ocupadas. Tienen la esperanza de seguir manteniendo la sublevación dentro de las paredes y así desmoralizar el espíritu de los rebeldes. Es imprescindible que los milaneses comuniquen con grupos de la población que viven fuera de las murallas.
Stoppani Antonio resuelve el problema de comunicación construyendo pequeños globos aerostáticos de papel. Estos pueden elevarse en el cielo gracias a un pequeño quemador, que consuma paja y lana. Con estos medios envía billetes para alcanzar a los rebeldes de las campañas. Incita a la gente a interrumpir el suministro a los austríacos y a luchar contra el enemigo común.
Los austríacos, al ver los globos alzarse hacia el cielo, tratan de derribarlos con disparos de fusil. Todo inútil, los billetes de Stoppani siguen volando sin perturbaciones y alcanzan su destino.
Misión cumplida.
Antonio Stoppani nacido en Lecco en 1824, fue un sacerdote, científico y patriota italiano. Como patriota se destacó también por haber asistido a los heridos en los hospitales.
Curiosidad: El primer vuelo aerostático en Italia fue realizado en Milán en 1784 por el noble Paolo Andreani.
Misión Imposible italiana: señas de identidad ¡inalcanzables!